Diario de la Eurocopa: Día 6

Volvía el llamado 'grupo de la muerte'. En la primera jornada, Dinamarca le había asestado una buena puñalada a Holanda, mientras que Alemania había conseguido dejar tocada a Portugal. Ayer, como si de un videojuego se tratase, Dinamarca perdió esa vida extra que había conseguido cuatro días antes y se la pasó a Portugal, que resucitó gracias a un gol de Varela en los últimos minutos. Alemania, por su parte, consiguió mantenerse al 100% de vida y, de paso, dejó a Holanda tambaleándose en la cuerda floja con muchas posibilidades de caerse al vacío.



Bendtner

Portugal consiguió su primer triunfo en la Eurocopa (2-3) a costa de una luchadora Dinamarca. En un partido flojo, Pepe y Postiga le otorgaron a la selección lusa una distancia que parecía suficiente como para no pasar problemas. Sin embargo, no contaban con que Bendtner, ese jugador que desperdiciaba ocasiones de oro en el Arsenal, tenía dos ases guardados en la manga, o mejor dicho, en la cabeza. Todo estaba dispuesto para una nueva sorpresa de Dinamarca pero entonces Varela, recién entrado al terreno de juego, coló un derechazo en la portería de Andersen.

Si algo ha dejado claro Dinamarca en las dos primeras jornadas es que puede plantar cara a cualquiera que se le ponga por delante. Es un equipo ordenado y con mucho oficio a la hora de defender y, aunque ayer acusó la baja de Zimling, supo rehacerse a la lesión del centrocampista y al mal partido de Rommedahl y Eriksen.

Portugal demostró vivir en un estado constante de ansiedad. Cristiano Ronaldo escenifica a la perfección esta situación. Falló dos mano a mano que, en condiciones normales, transforma en gol sin problema, y se le vio más nervioso y acelerado de lo normal. Además, Moutinho, Veloso y Meireles no terminan de funcionar en el centro del campo, por lo que cuesta mandar balones arriba y Nani tiene que hacer sobreesfuerzos.

El otro partido del grupo era, sobre el papel, el mejor de todos los que se iban a jugar en la fase de grupos. Frente a frente la subcampeona del mundo y la subcampeona de Europa (1-2). El choque fue algo decepcionante, quizás por las elevadas expectativas, pero sí que tuvo ritmo y ocasiones. Pese a que el inicio de Holanda no fue malo, tan sólo fue un espejismo. El equipo de Van Maarwijk no está conjuntado, es muy largo y adolece de creación de juego en el centro del campo. El doble pivote que forman Van Bommel y De Jong no funciona y no consigue enlazar con los grandes jugadores de calidad de la zona delantera. Sneijder, Van Persie y Robben no tienen otra que perderse en luchas estériles.



Mario Gómez

Sorprende la apuesta por Afellay. Apenas ha tenido minutos en el Barcelona esta temporada como consecuencia de una larga lesión, pero tiene la confianza infundada del seleccionador holandés, que deja en el banquillo a Huntelaar, ese delantero que lo ha enchufado todo en el Schalke. La subcampeona del mundo está a un paso de pegarse un batacazo histórico. No depende de sí misma para pasar a los cuartos de final y, lo que es más preocupante, el juego mostrado no hace pensar en que Holanda vaya a ganar a Portugal en la última jornada.

Quien sí asusta es Alemania. Jugando a medio gas, no sufrió y controló el partido a su antojo. Mario Gómez marcó dos goles más (lleva los tres que ha marcado la Mannschaft) y deja a su selección líder de grupo. Los germanos ya han ganado a, en teoría, los dos rivales más fuertes del grupo, y ahora sólo tienen que refrendar su buen papel ante la sorprendente Dinamarca. Un empate dejaría a los dos en cuartos de final.