Diario de la Eurocopa: Día 16

Ambiente de duelo histórico. Los himnos, las selecciones, las hinchadas, los cuartos de final... un Italia-Inglaterra que olía a fútbol. Los italianos, lejos de ser ese equipo timorato, de lo que se suele llamar, vulgarmente, 'catenaccio'. Inglaterra, volviendo a la prehistoria del balompié, con un juego simplón y sin alardes.

El choque comenzó con una chispa tremenda, con ritmo y ocasiones para los dos. Fue cuando Inglaterra, a la que le costó pasar durante el resto del partido del centro del campo, más cerca estuvo de marcar. Los de Hodgson presionaron bien a la azzurra y al combinado transalpino le costaba sacar con claridad el balón. Pirlo y De Rossi iniciaban el juego y Marchisio y Montolivo, siempre por dentro y nunca por las bandas, intentaban darle continuación para combinar con un Cassano muy activo.


Italia celebra el pase a 'semis'

El equipo que dirige Prandelli terminó por hacerse con el control total de partido aunque siempre le faltó llegar con claridad al área de Inglaterra, y gran parte de culpa fue del gran partido que cuajaron Lescott y Terry. Así, Italia tenía que conformarse con los intentos desde lejos de Balotelli y De Rossi.

La entrada de Carroll en Inglaterra asustó a la defensa italiana. El nueve inglés siempre crea peligro al bajar y pelear los balones aéreos y con su gran zancada en carrera. Pero no fue suficiente. El juego de Inglaterra fue, si cabe, más vertical y directo, y con ello Rooney pasó desapercibido. Entonces llegó la primera prórroga de esta Eurocopa. En el tiempo 'extra' tampoco cambió el guión. Los de las islas seguían esperando en su campo cazar algún contraataque mientras Italia era quien tenía la intención de evitar los penaltis, pero su intento fue en vano.

Ya en las penas máximas falló Montolivo, pero después de lo hicieron Young y Ashley Cole (con una genialidad de por medio de Pirlo lanzando a lo Panenka) para dejar a Inglaterra, como en el Mundial, lejos de pelear por el título. Italia mereció antes el premio, pero tuvo que llegar hasta las últimas consecuencias para conseguirlo. Alemania afila el cuchillo.