El encuentro entre alemanes e italianos fue vibrante y con un ritmo altísimo. Normal que, en los últimos minutos, prácticamente todos los jugadores estuvieran 'tiesos'. Un partido de ida y vuelta, sin ninguna dilación en el centro del campo, un toma y daca contínuo. Robben, en el descuento de la primera parte, inauguró el marcador desde los 11 metros con un tiro cruzado raso. Kroldrup fue el más listo de la clase y aprovechó un rechace dentro del área para
batir a Butt. El árbitro Hening Ovrebo, noruego, no debía estar pasandoselo tan bien como los aficionados y decidió convertirse en el protagonista. Primero, siguiendo las órdenes del juez de línea, expulsó correctamente a Gobbi. A partir de ahí el partido se calentó y debió expulsar a Klose, que sólo vio la amarilla. Aunque lo más grave fue el error en el gol que vale una victoria. El propio Miroslav Klose, en clamoroso fuera de juego, cabeceó al fondo de las mallas ante las protestas impotentes de los italianos. En Europa este tipo de errores no se pueden permitir.En Do Dragao se presentaba un Arsenal con varias bajas. La que más se notó, posiblemente, fue la de Almunia, ya que Fabianski prácticamente le dio la victoria al Oporto él solo. En el primer gol, un centro que no tenía ningún peligro, él mismo se encargó de empujarlo lamentablemente hacia su portería, y en el segundo tanto al conceder una cesión absurda para, a continuación, encajar un gol de chiste. El Arsenal, pese al buen juego que sabe practicar, evidencia un claro problema de gol. Bendtner no da la talla, y no creo que sea un jugador de suficiente calidad como para ser el '9' de todo un Arsenal. Campbel fue el autor del tanto inglés.
Los desenlaces, en el Artemio Franchi y en el Emirates Stadium. Dos encuentros sin duda apasionantes.
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