Henry, Anelka, Ribery... nadie daba señales de vida en el ataque francés ya que, simplemente, no eran capaces de tener el balón. Enseguida aparecía Xabi Alonso en la recuperación para iniciar una larga serie de pases de los 'jugones'. Fueron minutos de verdadero dominio español y de pura impotencia gala. Al filo del descanso, Sergio Ramos se plantó en el área contraria, recortó y su chut con pierna izquierda acabó en el fondo de la portería tras tocar ligeramente en Escudé. 0-2 y jugadores al vestuario con el personal cabreado en Saint Denis. Y es que no es para menos. Francia es un equipo descompuesto, sin ningún tipo de creatividad en el centro del campo. Lass y Toulalan se tienen que encargar de fabricar y eso no funciona. Si a eso le sumamos la
veteranía de muchos de sus jugadores, el resultado es desastroso. Henry simplemente no está. Anelka tiene clase, lo hace bien en el Chelsea, pero en la selección no funciona. Ribery estuvo más pendiente de pegarse con Arbeloa que de otra cosa. Y Gourcuff, que maravilla en el Girondins de Burdeos, parece otro con la camiseta de la selección. A todo esto, Benzemá ve los partidos por la televisión. Es la cabezonería de un seleccionador que está ya más fuera que dentro, que hizo el ridículo en la Eurocopa y lo prolongó en la clasificación para el Mundial. Domenech se fija en el horóscopo a la hora de hacer las convocatorias, y como los astros no auguren nada bueno, ese jugador se queda en casa.
En la segunda parte se vio más de lo mismo. Un rondo de la 'Roja', con tacones, espuelas... además, salió Navas, entre otros, para aportar más frescura y desborde al ataque. España, seguramente aburrido de tanto dominio, bajó el ritmo y así Francia pudo tener un poco más el balón y disponer de alguna que otra ocasión, la mayoría de ellas por culpa de errores de Busquets. Incluso Malouda estrelló un cabezazo en el palo. Pero poco más pudieron hacer los 'bleus'. Los aficionados galos vitorearon el juego español, corearon 'olés' y despidieron a jugadores como Iniesta con una sonora ovación. Además, se pidió la cabeza del seleccionador.
Quizás, lo más correcto es que Del Bosque haga una alineación que tenga un único pivote en el centro del campo, hoy por hoy debería ser Xabi Alonso, acompañado por Xavi e Iniesta. Además, jugar con un sólo punta es mucho más afectivo y hace mejor el juego. Cuando Torres y Villa estén al 100 % veremos que decide el seleccionador, si alinear a los dos o a uno sólo.
Lo que queda es que España bailó y humilló a la selección francesa en París y sigue exhibiendo el gran juego con el que fue campeona de Europa. A por el Mundial.
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