Y es que cuando 3000 personas se desplazan a tu ciudad, con todo lo que ello conlleva, hay que tratarlos con un mínimo de respeto. Se podían haber evitado las salidas de tono que tuvieron algunos miembros de la Policía Nacional con ciertos seguidores donostiarras en el camino que emprendieron los aficionados realistas hasta el estadio Helmántico. Algún que otro golpe con la porra y actitudes un tanto inadecuadas que carecían de explicación.
Por otra parte, quedó el tema del speaker. Tras recitar las alineaciones de uno y otro equipo, este personaje quiso adquirir protagonismo y terminó con un "¡Viva España!". No es que sea censurable decir eso en tu país, ni tan siquiera fuera de él, pero cuando estás representando a un club debes tener cuidado. Y más aún cuando el rival es el que es, con todas las connotaciones que pueda tener, y no habiendo pronunciado esta expresión en toda la temporada. No viene a cuento. El speaker se justificó alegando que un reducido grupo de seguidores se giraban hacia él mostrando simbología etarra y haciéndole gestos de rajarle el cuello, pero es que burros los hay en todos lados. No por eso te puedes coger ese calentón y decir ¡Viva España! Habrá a quien le moleste, habrá a quien no, cada cual con lo suyo, pero es conveniente no provocar.
Por eso, a ver si aprendemos para la próxima vez, porque repito, cuando 3000 personas se acercan a tu ciudad, debes mostrarles un mínimo de respeto. Son 3000 personas que se han dejado un dineral en los bares. Son 3000 personas que se han dejado un dineral en los hoteles. Son 3000 personas que han pagado su entrada al club de la ciudad. ¿Cada cuanto pasa esto en Salamanca? Como mucho cuando vienen los aficionados del Sporting de Gijón o del Valladolid. ¿Y luego dicen que no es importante el fútbol para una ciudad? ¿Y son los hosteleros los primeros que no ponen un duro a la hora de la verdad? Tenía razón Maradona, "que la chupen".
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