Decidirá el Camp Nou

Hoy en el Emirates se ha visto un auténtico partidazo, de esos que te dan ganas de volver a verlo de nuevo, o de que no se acabe nunca. El Barcelona comenzó centradísimo y con intención de coger ventaja lo antes posible. Un asedio constante en la primera parte, un acoso sin derribo. La presión asfixiante que ejercía el Barça no dejaba salir al Arsenal de su propio campo. El balón no les duraba nada a los londinenses, y todo ello pese a tener jugadores en el centro del campo de la talla de Fábregas o Nasri, Esta eliminatoria es, sin duda, en la que mejor fútbol se puede ver y en la que hay hombre de más calidad, véase Xavi, Iniesta, o los anteriormente mencionados.

A los 20 segundos de la reanudación, un balón a la espalda de la defensa del equipo local, lo aprovechó Ibrahimovic para batir por alto a un Almunia que protagonizó una desafortunada salida. El propio Zlatan eligió la noche de hoy para reivindicarse y anotó el 0-2 fruto de otro balón a la espalda. No achicaba bien el fuera de juego la defensa londinense.

Después de esto, y cuando el partido y la eliminatoria parecían que iban a morirse ahí, el Barça se relajó. Wenger dio entrada a Walcott y este anotó el 1-2 en un tiro cruzado raso. El encuentro se abrió a raíz del gol y el Arsenal se creció ante un Barcelona un tanto descentrado que perdió el control en la zona ancha. Messi pudo sentenciar en un mano a mano con Almunia que el español salvó. Cuando el partido llegaba a su fin, Puyol cometió un claro penalty que Cesc, por el centro de la portería, se encargó de transformar.

La elimitaria queda abierta aunque el Barcelona la tiene bastante de cara, ya que el Arsenal tiene que ir a ganar al Camp Nou, algo que todo el mundo sabe que es difícil y, como a los blaugrana les dé por hacer el mismo juego que el exhibido hoy, se antoja casi imposile. El contratiempo con el que contarán los catalanes será que ni Puyol ni Piqué podrán disputar la vuelta por expulsión y acumulación de tarjetas respectivamente. Pero sin duda la baja más notable será la de Cesc Fábregas, que también vio la amarilla que le impedirá jugar en Barcelona. Lo que queda esperar es que se siga viendo espectáculo.

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