Diario de la Eurocopa: Día 4

La primera jornada de la Eurocopa dejó el ansiado debut de la selección francesa. Muchos ojos estaban puestos en el renovado equipo de Laurent Blanc después de las buenas actuaciones de los 'blues' en los partidos de preparación. Fue un fiasco, con el conformismo por bandera.

Nasri celebra su gol

Como en otros tantos partidos de los que ya se han disputado en esta Euro, en el césped se vio algo completamente distinto a lo esperado. Se preveía una Francia arrolladora, acogotando a la maltrecha Inglaterra, pero como otras tantas veces la práctica fue distinta de la teoría. El ritmo bajo al que se jugó el choque favoreció a la selección inglesa, muy ordenada en defensa, que consiguió que Heart apenas tuviera que emplearse.

Lescott aprovechó una falta botada por Gerrard para adelantar a los ingleses con un remate casi en área pequeña. No podía ser de otra manera porque Inglaterra estaba muy lejos del área gala. Poco después, un francés que juega en las islas, Nasri, se sacó un gran tiro lejano para marcar el empate. Fue la mejor manera de acabar una primera parte algo anodina.

El segundo acto no fue mejor. Más bien todo lo contrario. El ritmo siguió siendo bajo y el dominio de Francia fue totalmente estéril, mientras Inglaterra renunciaba al ataque. Los de Blanc tocaron y tocaron el balón, lo sobaron. Ribery, Nasri, Cabaye y Benzemá se solapaban, se agrupaban en muy poco espacio y no hacían más que estorbarse mientras se perdía la referencia arriba. El delantero del Madrid realizó demasiados desmarques de apoyo y casi ninguno de ruptura, y eso dejó a Francia sin profundidad. En ningún momento, salvo a balón parado, los vecinos conseguían tener a más de un jugador en el área rival.

Shevchenko

Los minutos fueron pasando y las dos selecciones sacaron la bandera blanca. Inglaterra daba por bueno el empate ante un equipo superior, y Francia tuvo un miedo infundado a dejar escapar un punto.

Hubo más emoción en el estreno de la coanfitriona Ucrania. Había mucha menos calidad, pero sí que existió ritmo y ambición por conseguir una victoria para soñar. El combinado ucraniano siempre fue más que Suecia. Ibrahimovic y su gol no fueron suficientes para luchar contra el entusiasmo de una selección que jugaba ante su afición. Shevchenko se quitó diez años de encima y se sacó de su chistera inagotable dos goles para culminar una remontada idílica.

El buen partido de Tymoshchuk y Nazarenko ayudó a que Ucrania nunca perdiera el tipo ni la cara al partido. En Ucrania decepcionaron Toivonen, Kallstrom y Elm, incapaces de generar nada en los noventa minutos. Ucrania es líder y hoy están de fiesta en el país. Son líderes y ya tienen ventaja para pasar a cuartos de final.