Este barco se hunde

Una vez, y otra, y otra… y ya van ocho jornadas sin ganar en casa. El domingo, una imagen patética. El Numancia fue un rodillo y pasó por encima del Salamanca. 1-3 y casi se puede decir que gracias. Los sorianos, un equipo con oficio y muy trabajado, camparon a sus anchas por el Helmántico. Y todo ello porque la actitud de algunos de los jugadores de la UDS es lamentable. Cuando un equipo sale a jugar un partido en su casa jugándose el descenso de categoría lo mínimo que puede es salir picado, con orgullo y demostrar que se puede salir de ahí abajo. Pero fue más bien lo contrario. A los quince minutos llegaba el 0-1. A partir de ahí, el Numancia ninguneó a una UDS sin alma que se dedicaba a vagar por el césped. Y así llegó el 0-2 y poco después el 0-3.

Es posible que Del Pino y Barkero tengan más calidad en sus botas que casi toda la plantilla del Salamanca junta. Da gusto ver cómo los centros y las jugadas a balón parado sí llevan peligro en el Numancia. Sin embargo, el presupuesto de los sorianos es parejo al de los albinegros y no hay razón para que se viera el baño que se vio el domingo. La semana pasada se perdió en Huesca en un partido también patético, pero esto ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Se viene hablando durante toda la semana de la falta de compromiso de algunos componentes de la plantilla, y hasta el ‘presi’ realizó unas duras declaraciones. Pero parece ser que por un oído entra y por el otro sale. Además, el propio Toti, el mejor de largo en esta segunda vuelta y el único que se salva, reconoce que físicamente están “muy mal”. Por el mismo camino, Hugo Leal afirma que no es normal el estado físico en el que está el equipo a estas alturas de la temporada.

En cuanto a la actitud, Biel Ribas es claro y no se tapa la boca. Dice que “cada uno tiene que mirar lo que hace y ver si realmente da el cien por cien”, e incluso cree que, a lo mejor, “cada uno puede dar algo más”. Ya desde la misma plantilla se pone en tela de juicio el compromiso de algunos. Desde la afición se señala con el dedo. Perico y Endika, que no entran en los planes del entrenador, son los que acaparan gran parte de las críticas. Los dos venían con una cierta ‘fama’ de sus anteriores clubes y, por lo que se está viendo, le están siendo fieles.

El domingo daba pena ver al equipo, sin ningún tipo de ambición, sin ninguna mordiente, sin presión para intentar robar el balón, sin rabia… sin alma al fin y al cabo. La vorágine de resultados en la que se ha entrado es mala, sí. Y eso mina la moral, sí. Pero para eso hay un responsable de la plantilla. Y hay que poner fin a esto ya porque tiene muy mala pinta y se está yendo a pique. Y como se hunda, puede que se quede en el fondo, ya me entienden (€).

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