Hasta nueve finales a lo largo de la historia de la 'Champions' se han decidido en la tanda de penaltys. La primera de ellas tuvo lugar en 1984 entre dos grandes de Europa, el Liverpool y la Roma y terminó con un total de 4-2 para los ingleses. Hicieron lo propio el Barça y el Steaua dos años más tarde con victoria para los rumanos. El cancerbero Helmuth Duckadam estableció un récord al detener la friolera de cuatro penaltys consecutivos. Las otras siete finales que tuvieron que decidirse desde los once metros se dieron en 1988 (PSV Eindhoven), 1991 (Estrella Roja de Belgrado), 1996 (Juventus), la de la famosa toalla roja de Cañizares en 2001 frente al Bayern de Munich, en 2003 (Milan), y 2005 (Liverpool).
El año pasado fue la última vez que se necesitaron los penaltys para desequilibrar el marcador y pudimos ver como el Manchester, que repite final, se llevó la 'Champions'. Debido a la calidad con la que cuenta en su plantilla, únicamente falló un lanzamiento, aunque, curiosamente, lo hizo su mejor jugador, Cristiano Ronaldo. Pero no es casualidad que se dieran tantos aciertos.
Cuando un equipo tiene en sus filas a Ballack, Lampard, Tévez o Nani es porque ha comprado más décimos para la lotería de los penaltys. Está claro que el factor suerte influye a la hora de marcar gol o no, pero tiene mucho mayor peso la calidad de los jugadores ya que un penalty que se tira bien es prácticamente imposible pararlo.
Si nos centramos en el partido de mañana, ambos conjuntos tienen razones para estar tranquilos si se llega con empate al final del partido. Los ingleses porque cuentan con Ronaldo, Rooney o Scholes, y los azulgrana porque están de su lado Xavi, Iniesta o Messi.
Además de la técnica, es conveniente aportar otro argumento que aquí si que tiene peso. En este caso si que se puede admitir que 'la experiencia es un grado'. Cuando un jugador veterano y experimentado, pongamos por ejemplo Giggs o Henry, asume la responsabilidad de lanzar un penalty, es porque tiene la suficiente confianza como para hacerlo, sabe que no le va a temblar la pierna en el momento de pegarle a la pelota. Dará más seguridad un hombre que lleve ya varios años en los terrenos de juego que un chaval que acabe de empezar.
Por último, siempre se ha dicho que los centrales no pueden tirar penaltys. Sin embargo, estos dos equipos tienen motivos suficientes para no hacer caso a ese tópico. En el Manchester es habitual que Nemanja Vidic lance desde el punto fatídico y, por el otro lado, Piqué ha demostrado que tiene calidad más que suficiente para hacer lo propio.
Si mañana les toca 'jugar a la Lotería' podremos ver qué boletos son los mejores. Que haya suerte... o justicia.
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