El año pasado sucedió algo similar a lo que ha pasado en este: abandoné el blog en los meses de verano como consecuencia de la ausencia de tiempo libre por el trabajo. Fue un error en el que he vuelto a caer. Os contaba entonces que el Salamanca estaba tocado y casi hundido. Al final se hundió, y no sólo está también repitiendo errores, sino que los ha agravado hasta la saciedad.
El equipo es, a estas alturas, un despropósito. Ha sido confeccionado por un entrenador-director deportivo que no tiene precisamente en lo segundo (fichar y ojear) su fuerte. Más bien lo contrario. Ha recogido 'sobras' que los demás no querían con la excusa de esperar para fichar descartes de Segunda y Primera División. Una milonga.
Por lo visto hasta ahora, la mayoría de los fichajes son de un nivel paupérrimo y que hacen pensar que la UDS tiene la peor plantilla desde hace muchos años. No recuerdo ver a tantos jugadores juntos con tanta falta de calidad en sus botas pisando el Helmántico. El único 'nuevo' que se salva de la quema es Igor de Souza, un delantero tanque que llega con credenciales y galones en Segunda División B y que ha demostrado tener más clase él solo que muchos de sus compañeros juntos. Con todo, el pasado domingo se marcó un partido horrible contra el Lemona.
Muchos pensaban que la temporada en Segunda B iba a ser poco menos que un paseo como lo fue en la última estancia de la Unión en esta categoría. Por entonces arrasó, pero en la plantilla estaban Quique Martín, Arpón, Ze Tó o el propio Miku, ahora goleando en Primera División. De aquella plantilla a esta hay años luz. Incluso parece que practican deportes distintos. En el campo se divisa un grave desorden. El centro del campo no termina de funcionar. Experimentos extraños con trivotes, acumulación de centrocampistas defensivos y, por si fuera poco, el canterano Sergio Ramos, con muchísima más clase que varios de la primera plantilla, es 'expulsado' de la convocatoria jornada tras jornada sin razón. Y más de lo mismo en defensa. Ibán Cuadrado ha demostrado estar fuera de punto y Ayala es un auténtico filón para los rivales.
¿Se puede salvar algo? Parece que lo mejor que tiene el equipo son los dos delanteros. Igor de Souza ya acumula varios goles y por fin Marcos Márquez se ha recuperado de su lesión. El domingo fue recibido con una sonora ovación cuando el año pasado fue uno de los más señalados por la afición. ¿Contradicción? Puede, pero es que aquel que va al Helmántico busca aferrarse a lo que sea. Y lo que hay puede que no dé para ascender, objetivo ineludible.
El problema viene del cambio de categoría. Si fuera por el nombre, el Salamanca sería más copetitivo. Pero claro, juegan los que están en el campo y no el nombre del equipo. Necesitan creer en sí mismos y, con ello, formar equipo y tratar de optar a puestos más nobles.
ResponderEliminarSaludos.
La Segunda B es una categoría complicada, una vez se desciende es muy difícil ascender, porque no sólo tienes que tener regularidad durante la temporada, sino que también estar acertado en los paly-offs.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo poco que entiendo de futbol, creo que como no cambien su mentalidad,poco lejos van a llegar...
ResponderEliminara ver si con suerte y el paso del tiempo la cosa mejora
un placer leerte y espero verte pronto:)