Sin embargo, no creo que sea eso realmente, sino más bien que la situación era insostenible. No se sabe muy bien por qué, pero Oliva desde el primer día no cuajó con la afición. El técnico siempre ha sido muy discutido por el juego que se ha practicado, por la falta de alternativas a veces y por los cambios o las últimas alineaciones. Es cierto que el juego, sobre todo al inicio de temporada no fue ni mucho menos brillante. Los partidos se sacaban adelante gracias a que la suerte caía del lado unionista o a remontadas inexplicables. Pero los puntos aumentaban y el Salamanca se afinzaba en la parte de arriba.
Entonces la gente empezó a creer que se podía hacer algo grande. Pero, ¿dónde queremos ir? Un equipo nuevo, que estrena entrenador, que trae jugadores que se tienen que acoplar procedentes de la Segunda División B y que tiene uno de los presupuestos más bajos de la categoría, bastante estaba haciendo ya. Es verdad que siempre hay que ser ambicioso y buscar algo más, pero también es conveniente no volverse loco y mantener los pies en el suelo.
Se han hecho partidos muy malos, pero también encuentros muy correctos que, por una u otra cosa, no se han sacado adelante. Se estuvo a punto de eliminar al Racing de Santander en Copa haciendo una gran eliminatoria, se hizo un gran partido frente al Betis… Linares, Goikoetxea, Zamora… son gente que no tiene experiencia en esta categoría. El gol se paga, y eso el Salamanca no puede hacerlo. Y aun con todo esto, se quiere pelear con equipos como el Hércules o la Real Sociedad.
Sito ha sido presentado hoy como nuevo entrenador. El equipo puede ir a más en cuanto a juego se refiere, eso es cierto, pero no creo que se espere que haga ningún milagro. Nadie conoce el club mejor que Sito, el equipo es todo suyo.
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