Dulces sueños, Silvio

Se suele decir que las horas necesarias de sueño para estar activo durante el día son unas ocho. Sin embargo, parece que Berlusconi todavía no lo sabe porque ha ofrecido una imagen lamentable esta noche en la final de la Champions.

Se disputaba todavía la primera parte cuando la realización de televisión enfocó el palco de autoridades y, junto al Rey Don Juan Carlos, aparecía el Primer Ministro de Italia con los ojos cerrados echándose una 'cabezadita'. Su Majestad tosía de forma disimulada para despertar de su sueño al italiano. Y por si no fuera poco, esta siesta se prolongó durante un largo período ante la mirada atónita del mundo.

De todas formas es normal que se duerma ya que él está acostumbrado a ver el gran juego que practica su equipo, el A.C. Milan, en una Liga trepidante, marcada por sus partidos rápidos y con una cantidad exagerada de goles, por lo que al ver a dos 'equipuchos' como son el Barça y el Manchester, uno se puede aburrir. Una insulsa final de una competición menor de Europa, entre dos clubes que no juegan a nada y que no tienen ningún tipo de tradición futbolística hace amodorrarse hasta al más fanático...

Una falta de respeto total la que ha mostrado este dirigente hoy. Un hombre que se ha visto salpicado por innumerables polémicas y escándalos, que tiene el futuro de un país y de uno de los equipos de fútbol más prestigiosos del mundo en sus manos. Si se duerme en este partido, no quiero pensar que pasará en en Consejo de Ministros italiano. Modérese, Silvio.