Una cosa de locos

El partido tenía todos los alicientes, dos equipos en la parte alta de la clasificación, con una apuesta por el buen juego y un ambientazo en el estadio. Y el choque no defraudó, hasta siete goles se pudieron ver, y no sólo eso, sino que el espectáculo que brindaron ambos conjuntos fue para enmarcar.

El Cartagena, seguramente impulsado por el aliento del público, salió decidido a buscar la portería de la Unión y, a los escasos cuatro minutos de juego, Lafuente enganchó una gran volea desde fuera del área que despejó magistralmente Biel Ribas. Los locales no bajaron el ritmo y llevaron el peso del partido, acechando constantemente al área salmantina. Pero una y otra vez, los dos centrales unionistas, Murillo y Lombán, se encargaban de desbaratar el peligro, especialmente este último.

Sin embargo, el que golpeó primero fue el Salamanca. En la primera llegada al área (min. 21), Salva Sevilla, rodeado de contrarios, se inventó un espectacular pase desde la frontal que Kike, sólo ante el portero, hoy sí supo transformar. Pero doce minutos después, Falcón sirvió un gran balón al área para que Toché fuera más listo que los centrales charros, se adelantara a ellos y voleara al fondo de las mallas. El empate volvía al luminoso y así se acabó la primera mitad.

En la segunda llegó la locura. La Unión pareció salir decidida a cambiar su actitud sobre el terreno de juego y adelantar un poco más las líneas. Como consecuencia de ello, a los tres minutos de la reanudación Laionel puso un balón en el área, Txiki no pudo despejar bien el balón y entonces apareció Rossato en el segundo palo para volver a poner por delante a los unionistas. El Cartagena se vió obligado a dejar más espacios atrás y eso lo supo aprovechar el Salamanca. De esta forma, en el minuto 69 un balón de Murillo desde la zaga llegó hasta Kike, que se fue en velocidad y puso el esférico en bandeja para que Linares empujara a placer con la pierna izquierda. Otro gol más del ‘9′, que prolonga su racha. 1-3, a falta de 20 minutos, mucho se le tenían que torcer las cosas a la Unión.

Pero se le torcieron, y de qué manera. Dos minutos después del tanto de Linares, un monumental error de Raúl Gañán lo aprovechó de nuevo Toché para reducir distancias y, a falta de un cuarto de hora para el final llegó el empate a tres. Quintero se inventó una jugada desde la banda derecha y, tras una posible falta a Rossato no pitada, metió el balón al área para que, en el segundo palo y absolutamente libre de marca, Tato marcara.

Pero el partido aún no se había acabado. Lo más fácil era echarse para atrás y aguantar los minutos que quedaban de cualquier forma, pero Oliva no se achantó y dio entrada a Despotovic y a Toti, así como a Jurado. Así, a falta de dos minutos para el final, Toti se marcó una gran jugada desde la banda izquierda, centró, y Despotovic metió la pierna derecha para marcar el cuarto y dejar mudo al Cartagonova.

La Unión firma la mejor racha de toda la temporada y logra su tercera victoria consecutiva (0-2 al Recreativo, 3-2 al Albacete y 3-4 al Cartagena). Además, la media de goles a favor en estos tres partidos está siendo inmejorable, así como la notable mejoría en el juego que se ha visto. El Salamanca iguala los 26 puntos del Cartagena y se queda quinto con los mismos puntos que el tercer clasificado, el Real Betis. Lo que está claro es que la UDS ha dicho ‘aquí estoy yo’. El próximo partido, otra prueba de fuego, espera el Rayo Vallecano.

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