Bravo, Pepe

Ayer el Barça tuvo que sudar más de lo esperado para derrotar al Betis. Mucho más de lo que refleja el resultado final, que terminó por ser demasiado abultado para los méritos hechos por el conjunto andaluz.

Pepe Mel ya había avisado en los días previos al partido, no iban a saltar al Camp Nou a encerrarse atrás e iban a intentar darle guerra al Barça. Y vaya si lo hicieron. El técnico dio toda una lección táctica de cómo jugarle al Barcelona a muchos entrenadores de Primera División. El míster verdiblanco le dio al equipo de Guardiola de su propia medicina: presión desde el primer hasta el último jugador, e incluso por momentos se atrevió a disputarle la posesión del balón al equipo azulgrana. Hasta la fecha prácticamente no se había visto al Barça tener que jugar balones en largo desde su portero, pero ayer el Betis le obligó a ello. No había ningún jugador libre en ningún momento y los catalanes se veían obligados a rifar la pelota con las consiguientes pérdidas.

Además, el Betis tuvo varias ocasiones claras para marcar goles, pero Rubén Castro y Jorge Molina, soberbios como todo el equipo, no acertaron a perforar la meta de Pinto. Pero apareció Messi, el flamante nuevo Balón de Oro y demostró por qué lo es. Rompió el partido, y con sus dos primeros goles el Betis bajó los brazos, además del despliegue físico. Imposible aguantar esa presión durante los 90 minutos. De ahí hasta el final, lo lógico si a este Barcelona le dejas espacios y tocar con cierta comodidad, que te acaba clavando cinco. El resultado previsible, sí, pero las sensaciones que ha dejado el Betis son esperanzadores e ilusionantes sobre todo para su afición, pero también para el resto de equipos de Primera, que ven que al Barça se le puede hacer daño. Que tomen nota de Pepe Mel. Bravo por él.