Pero lo único que le ha faltado al portugués en esta pretemporada ha sido continuidad en su juego. Los destellos de crack, las 'pijadas' que dirían algunos, las sigue exhibiendo y mostrando a su público. Eso es CR9, eso es lo que le hace un jugador especial, diferente. Eso es lo que ha llevado a Florentino a rascarse el bolsillo de la forma en que lo ha hecho. Porque los regates, los detalles, la filigranas que él hace le

Gran parte de culpa de que los cracks den un bajón en su rendimiento la tienen los entrenadores, pero esto no quiere decir, ni mucho menos, que Pellegrini sea el culpable de que el portugués no esté dando tanto que hablar. Al contrario, si a alguien se le puede culpar es a Ferguson, que intentó hacer de Cristiano un jugador 'más normal'. En su estancia en el Manchester, el antiguo '7' tuvo que aguantar charlas de su míster intentando convencerle de que las bicicletas, tacones y demás en ciertas zonas del campo no servían para nada. Puede que el galés tuviera algo de razón, que una espuela en el centro del campo no te haga marcar un gol, pero es algo distinto, algo que rompe con lo normal y alegra la vista del espectador que paga por ver el partido.
Ronaldo poco a poco fue haciendo caso a Sir Alex y pasó a ser más práctico. Lo que pasa es que ahora en el Madrid vuelve a ser el de antes, es más, se siente obligado a volver a serlo después de todo lo que ha costado. Pero no debe agobiarse, no tiene que presionarse por demostrar lo que puede hacer porque todo el mundo lo ha visto ya. Y precisamente ese juego preciosista y espectacular es el que pretende llevar a cabo el conjunto madridista, y además es lo único que permitiría desbancar al Barça de su trono. Este Real Madrid renovado tiene muy buena pinta para esta temporada.