La destitución de Pepe Murcia la pasada semana hizo que Balta bajara desde los despachos hasta el banquillo, y ya ante Las Palmas el equipo mostró otra imagen. Pero lo visto ayer en el estadio Helmántico da lugar a la esperanza, hace que se pueda creer en la permanencia. Se observaron muchos cambios. Pese a que la Unión tenía bajas importantes, el nuevo míster dispuso un once inicial que no distaba mucho de otros ya vistos a lo largo de

Este Salamanca presiona a su rival prácticamente desde su área con el objetivo de ahogarle en la salida de balón. Es una presión intensa y conjunta de todo el equipo ya que, desde las posiciones más adelantadas se presiona al jugador que tiene el balón y a los compañeros más cercanos, pero también aquellos que están más alejados dispuestos a recibir un balón largo tienen la incómoda presencia de los zagueros encima. Todo ello conlleva una magnífica preparación física del equipo, ya que es una presión en todo el campo y se convierte prácticamente en un marcaje al hombre en cualquier parte del césped. Arriesgado, pero efectivo si se hace bien. Ayer se vio a los jugadores de la UDS desfondarse a lo largo de todo el partido pero, es normal, la intensidad fue bajando a medida que pasaban los minutos. Ese es el principal problema, que unas piernas fallen en un engranaje tan complejo. La gasolina duró ayer 75 minutos. En el último cuarto de hora los de Balta pasaron apuros, aunque el Girona tampoco fue un equipo que se volcara sobre la meta unionista. De ahí que el banquillo juegue un papel importante en este nuevo sistema.
A parte de los tres puntos y de la imagen del equipo, otro punto digno de resaltar fue la afición. Pese a que la climatología, la semana santa y la televisión restaron afluencia, los más de 4.000 hinchas que estuvieron en el Helmántico estuvieron a muerte con el equipo. Además, Toti marcó un golazo y se le vio recuperado para la causa. Él fue uno de los principales artífices de la permanencia el año pasado y ahora llega en el momento justo para ayudar. Como reza la campaña, 'todavía se puede'.