Diario de la Eurocopa: Día 19 ¡Campeones!

Quizás ahora no lo apreciemos como deberíamos, pero seguro que dentro de unos años lo haremos. Jamás nadie antes en la historia de fútbol había conseguido ganar en el corto periodo de cuatro años dos Eurocopas y un Mundial. Ayer España lo hizo, y de qué manera. Realizó un monólogo y dejó a Italia tan fría casi como si no hubiera salido de los vestuarios (4-0).

Casillas alza la Copa al cielo de Kyev

Vicente del Bosque debería habilitar, inmediatamente, un consultorio al que fueran a disculparse todos y cada uno de los que han dudado de él durante esta Eurocopa. Habría largas colas, y todos deberían de pasar a gatas para pedir perdón. Uno por uno. Cada partido que pasaba era una lección de sabiduría que el Marqués (¿lo podrán poner aún más títulos después de esto?) daba a los millones de seleccionadores que veían los partidos por televisión. Demostró, ayer más que nunca, tener razón en jugar con el dichoso falso nueve, porque Fábregas ofreció un recital, y demostró tener razón cuando apostó por Torres, porque el momento en el que estaba en el césped siempre era el justo para aprovechar al máximo su rendimiento.

El once inicial

Algo similar a lo del consultorio de disculpas deberían hacer los jugadores, o mejor dicho, la selección en conjunto. Raro ha sido el que no ha dudado de ellos en algún momento. Que si ya no eran los mismos de antes, que si han olvidado cómo jugar... todo eso y mucho más se ha podido escuchar en el último mes. Estos tíos nos hicieron campeones de Europa hace cuatro años y del mundo hace dos, merecían todo el crédito del planeta y un poco más. Fueron ganando físico a medida que avanzó la competición hasta ponerle un broche perfecto en la final, que es donde hay que estar. Estos chavales no fallan, son la mejor generación de futbolistas que ningún español haya podido ver jugar con 'la Roja' y no son pocos los que les otorgan mucha más confianza y respeto que a líderes políticos y otras figuras de renombre. Hacen olvidar los problemas y dan felicidad gratis. ¿Quién lo supera? Hoy en día es difícil ver grandes manifestaciones, pero esta tarde las calles de Madrid van a estar a reventar, y no será porque Rajoy haya logrado alcanzar algún acuerdo importante en Bruselas. Nunca más se podrá dudar de ninguno de estos jugadores.

Del Bosque celebra uno de los goles

Algún día todos prodremos presumir de haber sido testigos directos de un fútbol asombroso, que puso al mundo entero a nuestros pies, rendido a la evidencia. Aquel triunfo en la Eurocopa de 1964 con el gol de Marcelino quedaba muy lejano, queríamos vivir algo 'en color', y de cuatro años a esta parte hemos vivido mucho. Tanto, que corremos el peligro de acostumbrarnos. Sería un error. Hemos presenciado años muy feos, cayendo muy temprano en todos los torneos, y ahora solo cabe dar gracias y aprovechar el momento.

Del partido poco se puede decir. El rival no fue tal porque España no quiso. Tuvo control, posesión, precisión, movilidad y verticalidad. Todo eso que mata al contrincante. Jordi Alba se ratificó como una de las revelaciones de la Eurocopa y el mejor lateral izquierdo, Iniesta deslumbró, Xavi guió, Alonso impuso, Fábregas se reivindicó... y así, uno por uno, un partido de diez. Fue el mejor encuentro de España, de largo, en el torneo, y lo hizo en el mejor momento posible. Esta vez no hubo prórroga, ni marcador ajustado. Fue un triunfo aplastante, como el dominio de los de Del Bosque en el panorama mundial futbolístico. Ya somos historia.